viernes, 1 de noviembre de 2013

Para encontrar, uno ha de saber lo que busca.

Hace ya dos años que deje de leer.
 
Hace un par de años, mi madre, en plena enfermedad, me dijo con referencia al 21 de Diciembre de 2012: -“Pues yo creo que en el 2012 va a haber un Cambio grande”-.

Mi madre y yo habíamos estado hablando de que en las Redes se hablaba de que en el 2012 se esperaba un cambio claro en la Sociedad, y que sería algo así como la destrucción de los Pilares en los que la sociedad basamos nuestra vida, y nuestras creencias.

Mi madre, por el contrario, hablaba con un doble sentido. Ciertamente, mi madre se refería a esa fecha en concreto, pero no a los cambios traídos por la nueva Energía Universal que llegaría; sino por la vieja Energía Interior de mi madre que se alejaría.

De la misma manera, los Pilares en los que basamos nuestras Vidas y creencias, para mí, desaparecieron, pero al contrario de hacerlo como se esperaría: estallando y haciendo caer todo lo demás construido sobre esos Pilares; en mi caso, todo lo construidos sobre mis Pilares, apenas se posó en el fondo del pozo, cuando mi madre falleció.

En mi caso, mis Pilares fueron desgastados desde la base durante estos dos últimos años, por lo que cuando estos se destruyeron un 13 de Septiembre, apenas tuve un metro de caída. Yo trabajaba para ese y este tiempo en la Sanidad. Sigo trabajando en un Servicio de Paliativos, o sea, en un Servicio donde los pacientes son crónicos (en proceso de la muerte), y todos poseen un cáncer que les ahoga poco a poco la vida.

Se dice socialmente que los Servicios de Paliativos, son para quitar la carga del cuidado del paciente a sus familiares, darles a todos, un apoyo psicológico, y unos cuidados sanitarios que en los domicilios suelen ser menores. Pero no es del todo cierto, porque los Servicios Paliativos están para ayudar a los pacientes a Morir Dignamente: Sin Dolor.

La diferencia de morir en un hospital o en el domicilio propio depende en primera medida dela elección del paciente que padece; pero en el caso de mi madre, bueno, la mayoría de su vida, como todos, la pasó en su trabajo, y este era un hospital. Conocía lo que conocía, y ella nunca quiso morirse en un hospital en las condiciones que ella mismo vivió en el trabajo.

Pero mi madre, como mi familia, no pueden conocer lo desconocido, y su experiencia les impidió experimentar otra cosa. Yo conozco los Servicios Paliativos, el trato distinto al paciente, el apoyo a la familia, incluido el apoyo psicológico, etc. Yo en el momento de la muerte de mi madre hubiese preferido otra cosa, lo que conocía y que sabía que era bueno.

Pero en esos momentos lo importante no es lo que nosotros pensemos, sino la elección del paciente, y mi madre decidió irse de este mundo en su casa. Esa fue Su elección y mi hermano me lo recordó, -no de la manera que más me hubiese gustado, no de la forma más agradable, y por medio de una obra de teatro en la que la ilusión era para mí un espejismo barato-, pero que al fin me recordó.

-“Pues yo creo que en el 2012 va a haber un Cambio grande”-, me dijo mi madre, en una conversación a solas.

Mi madre cuando nombró esa frase, -y de la que yo percibí a qué se refería mi madre, pero pensé en no pensar en ello-, ella se refería a su propia muerte. Mi madre sabía que se estaba muriendo. Yo sabía que ella se estaba muriendo, pero no por el hecho de que el paciente o la familia me lo dijese, pues ¿cómo decir algo a alguien, cuando lo que tenemos que decir nosotros no lo creemos?, pues mi tía y mi hermano, debido a la no experiencia con pacientes cercanos a la muerte, y por el vínculo Emocional, prefirieron negar esa muerte.
 
La Negación es una pauta sólo para el paciente. La familia no debe quedarse mucho tiempo en una pauta que es del propio paciente, ya que la familia debe ser la unión y la Fuerza Conjunta en pos del bienestar del propio paciente que se le va la vida.

Yo sabía sin que mi madre o mi familia me dijese, lo que le estaba sucediendo a mi madre, y lo sabía por la experiencia en un Servicio Paliativos, lo sabía por comparar las pautas de la enfermedad de mi madre, con las pautas de la enfermedad de los pacientes de los Servicios Paliativos. Aun así mi madre me lo comunicaba en un lenguaje disléxico, o lo que es lo mismo, en un lenguaje oculto.

No es tan importante lo que vivimos, como lo que podemos vivir. No es tan importante la experiencia, como el experimentar. Pero la propia experiencia de lo que conocemos, nos impide experimentar lo nuevo y desconocido. No nos gusta lo desconocido. No nos gustan los cambios, porque estamos a gusto dentro de lo conocido por nuestra mente.

Hace dos años que deje de leer, porque mi atención tuvo que desviarse hacia la familia, hacia mi madre, y con replantearme mi relación con ella hasta ese momento, y los problemas que entre ambos poseíamos.
 
Y lo más complicado, lo conocido por mi mente y mi experiencia en los Servicios Paliativos, añadido al Vínculo Emocional con mi madre, hizo, como haría en todas las personas que rodearon a mi madre en esas fechas, que el trance de la destrucción de mis Pilares fuese lentamente, con intensidades de dolor que hacían caer parte de los Pilares, pero no de golpe. Dolor corrosivo, y falso amor, que fueron deshaciendo poco a poco mis Pilares, me ayudaron a su vez, (“Todas las Circunstancias me Benefician”), -incluyendo las Circunstancias aparentemente negativas-, a que la caída fuese más leve, que con el resto de mi familia.

Mi madre conocía que le llevo a la experiencia del cáncer. Mi Energía Interior, y mis acciones dentro de la familia, cargadas de Emoción, mi Intuición, y mi Conciencia, me llevaron a descubrir aquello que le hizo enfermar a mi madre.

Yo pedía a la familia y a mi madre que me contasen aquello que se ocultaba, pero que inscrito en su memoria y en su costumbre negaban que existiese, ha la vez que les era imposible no comportarse como lo habían hecho siempre, contrariamente a lo que aseguraban.

Y lo importante  no estaba en el hecho de que me contasen a mí algo que ya sabía.

Lo Importante  se encontraba en el hecho de contarlo, ya que “contar la verdad os hará libres”. El hecho de que yo ya lo supiese, simplemente conllevaba la tranquilidad de aquel quien lo contase, de que no sucedería nada, más que comprensión, respeto, y Alta Lealtad Familiar, algo que intente hacer comprender a la familia, pero que esta, por sus miedos, se alejaba de mí.

Ya todo pasó, y a lo largo de esos dos años, especialmente del último año de Duelo, uno se vuelve hacia Dentro, hacia la Energía Interior, y es cuando existe un Silencio en nuestra mente, que nos hace replantarnos nuestras actuaciones pasadas, intentando alejar de esos recuerdos por medio de la Auto-Sanación todo lo que nos duele, y nos hace llorar.

La Auto-Sanación llega por la comprensión de las acciones sucedidas en el pasado, y las Emociones sentidas, pasa por el recuerdo de lo que los demás hicieron, sus Emociones sentidas, y el intento de comprensión de sus acciones hacia nosotros que nos recuerdan el dolor, la tristeza, el amor no comprendido.

Es cuestión de Tiempo, porque con el paso del tiempo podemos comprender no sólo el por qué nosotros actuamos como lo hicimos, sino el por qué la gente que nos rodeaba actuó como lo hizo. Al intentar comprender cómo, por qué o para qué ocurrió lo que ocurrió, podemos observar el puzzle general. Sólo la visión más amplia de algo, nos da una visión general, y por ende mayor libertad para elegir, y ser.

Mi Falta contra mi familia y mi madre, fue no comprender ni saber filtrar las Emociones.

Por ello, y debido a mis dudas, anhelos, recuerdos, Emociones, actitudes comprendidas después de un tiempo, y vínculos familiares, Lealtades, y Honor, me acerqué a la Casa del libro donde encontré dos libros, que, como siempre, poseen las respuestas que buscaba, que busqué durante estos dos años.

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Cienfuegos, por el Recuerdo y el intento de comprensión del Amor.
28.10.13.

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