A veces en los momentos más duros,
es cuando suelo errar. Son en los momentos más complicados cuando suelo errar.
¿Por
qué?, o mejor dicho, ¿para qué?, ¿para qué repito los mismos
errores en los momentos más complicados? –Voy a responder a lo gallego: ¿Para Cambiar y no quedarme distraído con
los colores del momento?
El Recuerdo del Pasado deberíamos
utilizarlo para Recordar aquellas cosas que hicimos, las buenas y las malas.
Pues son esa parte, aquellas en las que erramos y en las que nos confundimos,
aquellos momentos en las que sentimos sentimientos y sensaciones que nos
hicieron estremecernos, son aquellas acciones que realmente nos ayudan a Avanzar…aunque aparentemente veamos que lo que
parece que nos sucede, es que estamos retrocediendo.
Si dejo mi mente en blanco
escuchando mi Interior, mi Conciencia, y a mi Intuición, sólo he de dejar que
las palabras salgan y sean escritas por mis manos rápidamente. No soy más que
un simple ser humano, que intenta encontrar cuales son mis errores para poder
solucionarlos.
Uno de esos errores, o mejor
dicho, uno de esos defectos que tengo, surge como un Patrón de Conducta
negativo Inconsciente, que en los momentos más duros de mi actualidad, me hacen
errar de tal manera, que hago temblar los pilares frágiles de mí puesto de
trabajo, por ejemplo, o mi vida familiar en el pasado. ¿Para qué surge ese Patrón de
Conducta negativo en mi situación actual?, ¿para qué surge este Patrón de
Conducta negativo e Inconsciente, con las siguientes consecuencias en mis
actos, y en mi actualidad?
Es como si no valorase lo que
tengo y poseo en mi vida laboral, y en mi vida personal. Sin pan, no hay
esperanza, ¿para qué sale este Patrón, que hace peligrar el pan en mi mesa?,
¿para
qué surge este Patrón negativo e Inconsciente, con el que parece que no tengo
respeto por el resto de mis compañeros que dejaran de trabajar, y que tienen
el mismo derecho a trabajar que yo?
¿Qué es lo que debo de aprender,
sobre mis errores, para no volver a errar?
Qué es lo que debo de cambiar,
Patrón, o imagen, “programada” en mi
mente (a lo largo del pasado, Educación,
y Experiencia), y que me “Condiciona”
de esta manera, que me hace errar.
No soy mejor que nadie, ni mejor
que aquellos, que, pierden lo que no deberían perder. Yo no soy mejor que
nadie, no deseo mal a nadie, pero, parece que el Tiempo, me hace errar una y
otra vez. No me duele ya el Corazón de las veces que me equivoco, pues lo he hecho
tantas veces, que el corazón en sí está bastante amargo.
Nunca he deseado mal a nadie, y de
la misma manera que me merezco aquellas consecuencias derivadas de mis errores,
de la misma manera me merezco, y me merecí aquellas cosas buenas que he tenido.
Soy digno de los regalos que la vida me ha entregado en cada momento, y soy
consecuente de aceptación de los errores que cometo, porque son estos los que
deben hacernos cambiar, y evolucionar.
A lo mejor mi Camino no se
encuentra ya en mi puesto de trabajo, y ese puesto quizás debiera de tenerlo
otro más digno, no lo sé, lo que sí sé es que errando, la vida me da un toque
de atención, ¿he de continuar mi estancia en este puesto de trabajo, o por el
contrario lo que debería de hacer es continuar con mi propio Camino?
Solo sé que en este trabajo he
conocido muchas y muy buenas personas, compañeros trabajadores y amigos que
nunca perderé. He encontrado un jefe en el turno de tarde digno
del puesto que desempeña, y con Honor, los cuales ya escasean, -aunque las circunstancias no le dejen ser
como realmente podría Ser-, y muy buenos compañeros en mi turno. He
encontrado mujeres profesionales de la salud preciosas, y tiernas, apasionadas
con su trabajo, con el trabajo cooperativo, y entusiastas, divertidas, con
humor e Ironía mostrado a las personas por las que trabajan.
He encontrado familias y pacientes
jóvenes mayores de 80 años, a los que aún les quedaba juventud, pero que nadie
se lo recordaba. Incluso en el Servicio de Cuidados Paliativos he encontrado
más Humanidad, Amor, Cariño, Sentimientos, y Alegría de la que he podido ver en
cualquiera de las fiestas en las que he estado…y esos pacientes, están más cerca de la muerte, que nosotros.
He aprendido todo cuanto me han
enseñado, intentando siempre sacar una sonrisa de aquellas personas que me han
rodeado, recordándoles su juventud, recordándoles que el tiempo de trabajo pasa
rápidamente si observamos esa posibilidad, he intentado ser todo lo positivo
que he podido ser para facilitar el trabajo a mis compañeros, que responden
hacia mí de la misma manera.
Nunca me he enfrentado a nadie que
ya estuviese antes que yo, porque eso es el respeto hacia los que o por los que
ya estaban antes que yo. Solo me he enfrentado a aquellas personas de las que
creía debía defenderme, defender a un buen compañero o amigo, y aquellas veces
que he tenido que defender el derecho a la privacidad de cualquier paciente.
En estos tres aspectos siempre me
he Posicionado. Me he enfrentado a todo aquel que, viniendo después que yo, y
yo era de los últimos, -los últimos a
veces son los primeros, y los primeros, seremos a veces los últimos, Ley de
vida-, los cuales han podido atacar directamente los tres aspectos anteriormente
dichos.
Ciertas personas deciden dedicarme
todo su amor y cariño, (esto es Ironía),
pues sus palabras son hediondas de envida, hirientes de sedición y bajeza, y
actos de responsabilizarme a mí de sus propios errores. Yo ya tengo suficiente
con aceptar mis propios errores, como para encima ser el Espejo de los errores
y responsabilidades de los demás. Lo errores de los demás, que “cada uno sujete su vela”.
Yo ya tengo mi propia Cruz, y sólo
ante quien cometí los errores, y sólo ante mí mismo, he de rendir pleitesía,
respetos, y ser consecuente con mis actos. Existe gente que sólo piensa en el
beneficio propio aunque deba competir contra un compañero de trabajo como
rapiñas ante una manzana. Siempre me he alejado de ellos, aunque siempre he conocido
quienes, quien, y qué es lo que hablaban.
Lo único que me queda por hacer,
es seguir comportándome con aquellas virtudes y aciertos que tengo y continuare
resaltando las virtudes y aciertos de aquellas personas que me rodean, e
intentaré enmendar mis errores, aceptando las consecuencias de los mismos.
No deseo responsabilizarme por mis
actos, los cuales he aceptado. Soy lo que soy. Puedo mejorar, pero solo lo
lograré si me acepto como soy, e inicio el camino del cambio. No escribo estas
palabras, ni hablo para nadie más que para el Recuerdo de lo que soy, el
recuerdo de lo que fui, -cuando leas
estas palabras escritas en mi futuro cercano, y pueda recordar este momento
Digno, Honorable, y Mágico-.
Lo que más siento, es hacer
sufrir, y hacer recordar el dolor, a aquellas personas, a las que aún no he
dejado de decepcionar.
---oo0oo---
Cienfuegos.
10.
11. 2013.
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