jueves, 27 de mayo de 2010

¿Por qué escribo?

Porque necesito respirar. ¿Oxigeno? No, pero necesito respirar por la presión que mis pulmones sienten con la crispación social, la desvergüenza y la corrupción política entre la que debemos elegir en Democracia, y por la mínima importancia real que los Sindicatos dan al trabajador antes que a sus beneficios personales hace tiempo concedidos.

Creo que es el aire y no el oxigeno lo que falta en mi sociedad, porque la crispación social se pega a los alvéolos del pensamiento, asfixiando a la misma sociedad que se esta horas enteras frente al televisor viendo, engañándose, y enjuiciando a las personas de las que se habla en el Corazón Rosa, de lo que dicen unos políticos, y de lo contrario de lo que dicen otros, asistiendo al Circo Romano de de “las cortinas de humo”, o simplemente está viendo el Telediario de la muerte, el miedo, el asesinato y la crisis.

Desengaño, desilusión y desencanto es lo que emana de una sociedad crispada y en crisis, no solo por la Democracia des-regulada y liberalizada que poseemos, o los Derechos volatilizados en la Constitución que tenemos, lo que poco a poco va calando en la gente cansada de tanta estupidez.

Se dice que en la Democracia, es el Pueblo el que Ejerce el Poder. ¿Qué Poder?

Puedo elegir a mi presidente de Gobierno. Pero no puedo elegir una vivienda de precios desorbitados, ni puedo elegir un trabajo que me impiden realizar en paro, no tengo derecho a poder tener un independencia en alquiler, porque los alquileres están altísimos, los sueldos bajísimos, y ahora casi no hay trabajo, ¿Cómo va ha haber subsidio por desempleo?

No puedo decidir si a mi me despiden, si me van a congelar el sueldo, si me lo bajan o si alguna vez me lo suben más o igual que el IRPF; no puedo elegir una Sanidad o una Educación de Calidad porque la del Estado no se cuida, se descentraliza y se privatiza, y porque a la sanidad privada, sin un trabajo estable, no me lo puedo permitir. De la misma manera que no puedo irme de vacaciones porque debo estar trabajando.

Y mucho menos me planteo tener hijos con mi pareja en estas condiciones. ¿Qué hay un problema de natalidad en occidente? Já.

Empiezo a estar tremendamente cansado de la lucha y el enfrentamiento constante contra esa crispación social de mis familiares, de mis amigos, de mis compañeros, y de la sociedad en sí. ¡Que me diría mi abuela si me escuchase que con 30 años estoy cansado! –Seguramente me comprendería, podría compartir mi opinión o no, pero seguro que me diría ¡pues aun te quedan 56 años!

Pero lo que me quita el aire, lo que no me deja respirar no es esa crispación, sino el Sentimiento que siento en mi cuerpo. Son los sentimientos y las sensaciones las que nos mueven o nos derriban el caballo del tiempo con su crin de Sueños conseguidos o perdidos.

Observo en mis textos pasados, que esa crispación existe, cuando respondo a algún periodista que se lo cree, o a alguna noticia que me irradia indignación. Y es esta indignación la que me asfixia, la que me estrangula, la que cierra mis pulmones, o los hace estallar en neumotórax…


-¿Qué haces?-

-¡Hombre! ¿Qué tal esta Sr. Brazo Fuerte?-

-¿Por qué te centras en la crispación que no quieres sentir? De hecho en mi frase hay un Conocimiento escondido. ¿Qué piensas?-

-Creo que el conocimiento de lo que estoy atrayendo, lo expresan tus palabras “crispación” y “quieres sentir”. Ambas ideas aun expresadas en negativo, son atraídas hacia mi persona, por el hecho de prestarle Atención en Conciencia, ¿no?-

-La Ley de Atracción actúa siempre fuera de la Dualidad amigo Cienfuegos. Lo sabes, pero te dejas guiar y seducir como ramera…de árbol de la vida, por la misma crispación social que no quieres. Otra vez lo mismo, ¿lo vez Cienfuegos? Cambia el Patrón del texto. Que tenga usted un buen día amigo Cienfuegos-

-Hasta luego Sr. Y Brazo Fuerte-



El Sr. Y Brazo Fuerte es un viejo amigo de la infancia en la Gomera.
Sabias palabras. ¡Polaricemos!


Sigue con el Texto: ¿por qué escribo realmente?

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