viernes, 21 de mayo de 2010

El Respeto y las Culturas Extranjeras.-

El respeto, o el acto de respetar, es el acto de permitir que los otros sean como deseen ser, sin intrometernos en la Libertad de esa persona, siempre y cuando esa persona nos Respete a nosotros. El Respeto es algo mutuo.

Hoy en el trabajo, una compañera –Auxiliar Administrativo, o el primer Personal que recibe las Urgencias en el Hospital-, me ha contado que hizo un curso en la sanidad dirigido a facilitar y favorecer la comunicación con las distintas culturas de extranjeros que llegan a Urgencias, en el que le enseñaron cómo había que tratar a los extrajeros, con respecto a su cultura.

Ella ha puesto como ejemplo, -el mismo que a ella le pusieron-, de una familia árabe, en la que la mujer va con un “burka”, que le cubre por completo, y esa mujer va a Urgencias por un problema femenino. Viene con su marido, y cuando la Auxiliar pregunta al “paciente” (la mujer), ¿Por qué viene a Urgencias?, es el marido el que dice –Soy yo quien te respondo. A ella no la hables, porque te responderé yo solo-

-¿Quién tiene el problema femenino la mujer o el marido? Una persona que entra a Urgencias como paciente, con todos sus sentidos estables, con Libertad y unos Derechos determinados en nuestra Constitución, es el paciente quien responde a las preguntas de administración, y solo los familiares o los Técnicos en Emergencias responden por el paciente, cuando este es mayor, esta demente, o inconsciente.

Lo lógico en estos casos es explicar al marido, que es la mujer la que debe responder a las preguntas. El marido dice que procesa la religión musulmana, que así es su cultura y que hay que respetarla.

Bien, yo puedo no compartir esa cultura, esa religión o ese modo de vida, pero el respeto esta dado con antelación. Ahora bien, ¿Quién viene a Urgencias?, ¿el marido, la mujer o la Auxiliar Administrativo que le atiende? ¿Dónde esta el Respeto mutuo del que antes hable? No hay, no existe pues a este individuo árabe musulmán se le olvida el Respeto por la Cultura en la que esta, y a la que va a pedir atención sanitaria. ¿No hemos dicho que es Respeto debe ser mutuo?

Primero, en España existe en la Constitución una Ley que establece que el ciudadano tiene los mismos Derechos, estipula que todas las personas son Iguales ante la Ley, y estipula la Libertad de Expresión. En España la mujer árabe tiene los mismos Derechos que el marido. Y si la persona que viene a Urgencias es la mujer, debería responder ella. Y en primer lugar y antes de responder, esa mujer debe quitarse el “burca” que le tapa por completo, pues no sabemos se la persona que se oculta tras el saco es verdaderamente una mujer, es un hombre o un niño.

Además, para que la gente distinta tenga respeto por la cultura propia, hay que respetar la cultura en la que se está, especialmente las normas de convivencia.

El respeto no es la aceptación. El respeto es el saber permitir. Se permite la religión musulmana con sus normas, pero en temas de salud pública, de Justicia, de la Administración y de las Normas de Convivencia que establece un Estado, son las distintas culturas quienes deben respetar esas Normas ya establecidas por el Estado.

Esa familia árabe podría decir que no se respeta su cultura, pero la Sanidad podría decir que esa cultura no respeta las normas internas del Hospital.

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Y ya que hablo del Respeto, y sobre el “burka”, ¿Por qué he de respetar una cultura, que no respeta a la mujer ocultándola bajo una tela, privándola de sus Derechos y Libertades cuando en mi cultura la mujer vale lo mismo que un hombre?

¿Cómo dar respeto a una cultura que exige un respeto que no otorga a la mitad de su población femenina?

Podría respetarlo es su país, o sea en su país de origen, con sus Normas Propias de Convivencia, pero en mi país de origen, con unas Normas de Convivencia más justas, -creo-, el “burka” no solo no lo comparto, sino que no lo puedo respetar, y cuanto menos fomentaré su abolición.

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Quería añadir aquí otro ejemplo claro y demagógico con respecto a la extranjería y al racismo, o el aparente y casi alucinógeno racismo en la sanidad.

Estamos en las consultas de traumatología. La lista tiene a siete personas.

A las 17:30 Antonia
A las 17:45 Felisa
A las 18:00 Pedro
A las 18:15 Teresa
A las 18:30 Iliana Fernanda
A las 18:45 José
A las 19:00 Lucia
Y a las 19:15 Jorge

Como todos sabemos en las listas de espera de las consultas de la sanidad publica, las horas en las que hemos sido citados, nunca están acordes a la hora real, o sea, siempre nos atienden más tarde de la hora citada.

Son las 18:45 horas, y el medico tan solo ha visto a los dos primeros pacientes Antonia y Felisa, mientras que Pedro, Teresa, Iliana Fernanda y José van con retraso. Entonces Iliana Fernanda se levanta y dice

–Quiero que me atiendan, son las 18:45 y me tenían que haber visto a las 18:30-

-¿Su nombre?-

-Iliana Fernanda-, dice una mujer sudamericana.

-Tiene que esperar-, responde la auxiliar de enfermería.

-He dicho que me atiendan-

-Y yo le he dicho que tiene que esperar su turno, pues como usted y delante de usted hay tres personas más-

-Esto es racismo- dice la mujer sudamericana aprovechando su distinta raza.

-No señorita, esto es Respeto. Respeto por las personas que están delante de usted y que tampoco han sido atendidas todavía, respeto por la gente que como usted, y antes y después que usted, están esperando su turno. Respeto por el médico que no da abasto con las consultas, y Respeto por la Institución a la que usted esta pidiendo atención sanitaria. Si quiere poner una reclamación le diré donde ponerla, si quiere espera, y si no le gustan ningunas de las opciones, usted decide-


El respeto empieza por conocer la cultura en la que se esta, más aun cuando es diferente a la nuestra, especialmente las Normas de Convivencia por las que la sociedad en la que estamos, convive. De esta manera debemos desenvolvernos en esa sociedad con mayor facilidad. Es como el viajar, respetamos lo que vemos, y actuamos en consonancia.

Cienfuegos.-


23 de Abril de 2010

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