Nicolás Maquiavelo.-

¿Qué nos dice Internet sobre este personaje?

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“(Florencia, 1469-1527) Escritor y estadista florentino. Nacido en el seno de una familia noble empobrecida, Nicolás Maquiavelo vivió en Florencia en tiempos de Lorenzo y Pedro de Médicis. Tras la caída de Savonarola (1498) fue nombrado secretario de la segunda cancillería encargada de los Asuntos Exteriores y de la Guerra de la ciudad, cargo que ocupó hasta 1512 y que le llevó a realizar importantes misiones diplomáticas ante el rey de Francia, el emperador Maximiliano I y César Borgia, entre otros”.
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-Es muy maquiavélico-.
Significa, que es una persona malvada, rebuscada, y vengativa.

Si hubiese un historiador de Julio César en sus campañas contra los Celtas, Árabes, Egipcios, e Iberos, que hubiese descrito las barbaridades con las que los ejércitos romanos comandado por César, destruían ciudades y campos de cultivo, asesinaban a mujeres y niños indefensos, torturaban a personas inocentes o no tan inocentes, o los crucificaban (vivos) en una cruz, ¿quién o quienes hubiesen sido los barbaros?, ¿el ejército romano y Julio Cesar?, ¿o el historiador que describe dichos acontecimientos?

Por supuesto lo barbaros serían los ejércitos romanos comandados por Julio Cesar.

Aunque hay que entender también, que Nicolás fue en 1498, nombrado secretario de la segunda cancillería encargada de los Asuntos Exteriores y de la Guerra de la ciudad, y como “historiador” de las artimañas de los romanos, griegos y otras culturas antiguas, seguramente poso en prácticas esas tácticas de combate.

Con Nicolás Maquiavelo, ocurre al revés. Parece que el bárbaro es Nicolás Maquiavelo, quien, lo único que hizo fue recoger, -como el historiador de César-, las artimañas, malas artes, conjuras, conspiraciones, actos de asesinatos, que la propia Élite de poder de su tiempo realizaba.

Su libro más conocido se llama: El Príncipe.
Su segundo libro más conocido se llama: De las Conjuras.

Y es, este último libro del que quiero hablar. Por ello, no voy a opinar sobre lo que dice, sino que voy a escribiros lo que dice en sí mismo.

Hay que entender, que para vivir en un mundo malo, solo puedes ser malo. Este pensamiento sería un pensamiento de cabrón, de ser malo en sí mismo, independientemente de que el mundo sea malo o bueno.

Por ello, Maquiavelo dice que para poder ser bueno, y considerarse así un Príncipe, hay que saber cómo juegan las personas malas, para que cuando se acerquen, podamos verlos y acabar con las conjuras contra nosotros.

Para vivir en un mundo malo, siendo bueno, hay que saber ser bueno, y saber cuándo ser malo, pues de lo contrario el hombre bueno en un mundo malvado, perecería con rapidez.

Ahora bien, cuando Nicolás Maquiavelo habla del Príncipe o del Principado, en estos tiempos actuales en los que nos encontramos, este libro nos servirá a nosotros para identificar a la gente mala que se nos acerque a nosotros. Y al leer el libro cuando Nicolás nombra al Príncipe o al Principado, los debemos entender como “nosotros”. Nosotros los lectores somos el Príncipe o el mismo Principado.

Maquiavelo dice sobre las conjuras y el Príncipe:

La Conjura.
“Es imposible evitar que la conjura pueda descubrirse, por malicia, por imprudencia, o por ligereza, en cuanto los que están en el secreto son más de tres o cuatro”.

(Nicolás Maquiavelo. De las Conjuras).

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Precauciones contra el descubrimiento.
“El primer remedio para evitar ser descubiertos en una conjura, es de los más seguros, por no decir el único; y consiste en no dar tiempo a los conjurados para que te puedan acusar, y comunicarles tus planes solo cuando los vayas a poner en práctica y no antes. Los que obran así eliminan la mayoría de los peligros que se producen al organizar la trama y logar un final feliz”.

(Nicolás Maquiavelo. De las Conjuras).

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Sobre el peligro de los delatores.
“Cuando se prepara la conjura, afirmo que es necesario ser muy prudente y tener mucha suerte, para que al preparar la conjura, y no se descubra, aún puede ser descubierta por delación o por conjetura”.

(Nicolás Maquiavelo. De las Conjuras).

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Sobre los falsos sentimientos.
“Los hombres se engañan a menudo respectos a los sentimientos de los demás, por lo que nunca puedes estar seguro de nadie sin haberlo puesto a prueba”.

(Nicolás Maquiavelo. De las Conjuras).

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Aliados de la conjura.
“Si te fías de la gente porque se siente muy descontenta con el Príncipe, puedes engañarte también, pues en cuanto hayas comunicado tus intenciones a uno que está en desgracia, le habrás dado ocasión para volver a devolver el favor, y así, para que puedas fiarte de él es preciso que su odio sea muy grande o que tu autoridad sea inmensa”.

(Nicolás Maquiavelo. De las Conjuras).

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La conjura contra el Príncipe y cómo debe actuar.
“He de señalar al Príncipe, que cuando descubra una conjura, antes de castigarla, de enterarse bien de todas las circunstancias y de medir la calidad de los conjurados, si encuentran que es grande y poderosa, no la desenmascaren hasta que estén dispuestos a aplastarla con fuerzas suficientes; pues si obra de otra manera, verán su propia ruina. Por eso deben utilizar toda su habilidad para el disimulo, ya que los conjurados, al verse descubiertos, acuciados por la necesidad, pierden todo respeto”.

(Nicolás Maquiavelo. De las Conjuras).

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Sobre la Necesidad.
“Los hombres son lentos al actuar cuando creen que tienen tiempo, y muy rápidos cuando la necesidad les acucia. (…) por ello el Príncipe debe ofrecer astutamente a los conjurados una ocasión para dentro de breves días, porque ellos, esperándola y pensando que tienen tiempo, proporcionarán al Príncipe o república el plazo que necesita para castigarlos””.

(Nicolás Maquiavelo. De las Conjuras).

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Sobre las alianzas y sus peligros.
“Cuando conspiramos contra el Príncipe, y necesitamos hacer partícipe de nuestros planes a alguien de confianza, ello entraña dos peligros: uno, que te delate voluntariamente; otro, que te delate obligado por el tormento, si lo han apresado por cualquier sospecha o algún indicio contra él. Pero en cualquiera de estos casos es posible la defensa, pues en el primero de ellos se puede negar alegando el odio que el otro le tiene, y en el segundo, se puede negar alegando que se le ha obligado por la fuerza a decir mentiras”.

(Nicolás Maquiavelo. De las Conjuras).

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Ejemplo.
“Por esto muchas conjeturas son puestas al descubierto y aplastadas en sus inicios, y cuando una en la que participan muchos hombres, y se mantiene secreta por largo tiempo se considera un milagro, como fue aquella de Pisón contra Nerón, y Pazzi contra Lorenzo y Giuliano de Médici, en la que participaban más de 50 hombres, y solo se descubrió en el momento de su ejecución”.

(Nicolás Maquiavelo. De las Conjuras).

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La Necesidad.
“La Necesidad es la última y la más poderosas de las armas”.

(Nicolás Maquiavelo. De las Conjuras).

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Política y el Pueblo.
“(…) Si bien la falsedad de tales intenciones (conjuras), se descubre fácilmente, sobre todo por parte de los hombres prudentes, sin embargo el pueblo se deja engañar por ella con frecuencia, y, deseoso de paz, cierra los ojos a las trampas que posiblemente se esconden bajo las promesas”.

(Nicolás Maquiavelo. De las Conjuras).

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Desventajas, aun siendo inferior.
"(…) Así que, sin duda, siempre se debe juzgar, al ver una guerra provocada por muchos contra uno, que ese uno resultará vencedor, si tiene bastante virtud para sostener los primeros ataques y darse tiempo contemporizado, (…); ya que siempre podrá con un poco de ingenio, desunir a los otros, y aquel cuerpo que era fortísimo se volverá débil. Siempre se deben poner más esperanzas en aquel hombre si es decidido que en todos los demás, aunque sean dispuestísimos”.

(Nicolás Maquiavelo. De las Conjuras).

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Cuando en la conquista se mezclan la violencia y el fraude.
“Pocas veces ha resultado bien; la causa es que cualquier mínimo impedimento puede echar a rodar los planes, y los impedimentos surgen muy fácilmente. Pues quizás se descubra la conjura antes de que se lleve a efecto, y no es difícil descubrirla, sea por infidelidad de aquellos a quienes se ha hecho participes del intento, o sea por la dificultad de ponerla en práctica”.

(Nicolás Maquiavelo. De las Conjuras).

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Conjuras débiles.
“Pero cuando las conjuras son débiles se pueden y se deben desbaratar sin la mayor consideración, atendiendo siempre, a que cuando aplastemos la conjura, siempre lo hagamos de tal manera que el enemigo no vuelva a levantarse nunca, pues de lo contrario dejaremos la puerta abierta de la venganza”.

(Nicolás Maquiavelo. De las Conjuras).

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Maquiavelo no ha expuesto 14 párrafos por causa-lidad. Más bien por Sincronismo.

Cienfuegos, a día 14 de Marzo de 2014 d. C.

Nicolás Maquiavelo no fue un Santo. Por ello identifico y hablo de los Demonios. Enseñando al Santo a actuar como un Demonio contra otros demonios, y permanecer  como Santo.