martes, 2 de abril de 2013

Improntas, Convicciones y Creencias


Es raro. Cuando alguien querido se ha ido, ha fallecido, es raro recordarla. Es raro contar los meses que ya han pasado (6), incluso es raro el Tiempo en sí mismo, que aun que han parecido semanas, son meses.
 
Es raro circular por las mismas carreteras por donde llevabas a tu ser querido, cuando ibas a las consultas. Y es raro, porque aunque la situación ya pasó, la tristeza de ciertos recuerdos se quedaron grabados.
 
Es raro ir a su casa y aun sabiendo que no le vamos a encontrar, esperamos hacerlo. Entramos y está todo en silencio, en calma. Ni sonido de radio, ni de ordenador, nada, el vacío y la tristeza que a veces, recordando ciertas situaciones que nunca llegaré a entender, hace su aparición.
 
Es rara la situación, en la que nos encontramos nosotros raros, como si fuese a pasar algo. Estoy cansado, como si estuviese llevando aún pesadas piedras en la espalda, piedras que aun que me pesan, sin saber por qué he de llevarlas.

Está la piedra de la tristeza, de la incomprensión, de la negación, esta la piedra de la Confianza, que en mi caso, ambos -quien se fue y yo- perdimos esa importante piedra angular, el uno en el otro. Tengo la piedra que más pesa, conformado por tres piedras adheridas entre ellas, que son la de la mentira e hipocresía, a de la falacia y el desprecio, y la de la vergüenza y la culpa.
 
Esa última piedra, es la que de forma psicológica, se me refleja en la espalda, creándome contracturas musculares, y fuertes dolores. Este es el reflejo de la ansiedad. La ansiedad no por la muerte de un ser querido, ni la ansiedad derivada de la perdida y la tristeza, ni la ansiedad que deviene por el dolor, no. Este es un reflejo de la ansiedad derivada de los actos, circunstancias y situaciones aún, incomprensible, incongruentes, e inteligibles para mí, por mucho que las reviso, recuerdo y analizo.
 
Siento ganas de llorar, pero no me quedan lágrimas. Siento cansancio físico, pero estoy cansado de estar sentado. La única diferencia entre antes de la enfermedad de mi madre y después de su enfermedad es que no está. Las carencias que teníamos entre ambos, siguen como carencias, y estas seguirán hasta el día de mi muerte. Esas carencias que teníamos mi madre y yo, jamás se solucionaron.
 
Es verdad, madre e hijo están solo a un paso, ¿seguro? Antes de su enfermedad, yo estaba un poco al margen, voluntaria y relativamente alejado de ella y mi familia. Cuando devino su enfermedad, me acerque a mi madre y a mi familia como nunca lo había hecho, pero, como todo ocurrió tan deprisa, la enfermedad, mi vuelta...ocurrió algo que jamás pensé: Cobre de repente una Conciencia y consciencia de mi familia que desconocía hasta ese momento.
 
Al acercarme a mi familia, descubrí que cuando más lo intentaba, más alejado estaba de ellos. Cuanto más quería saber de los pensamientos, opiniones, creencias, o expresiones de mi madre, más alejado estaba de la posibilidad de poder tener una conversación apacible con ella. Cuanto más quería ayudar, más daño parecía que inflingía. Cuanto más preguntaba mas y mayores eran los silencios. Cuantas más veces se me pedía Expresar mis Emociones y Pensamientos, y los expresaba, cuantas más veces se me contestaba “eso no me vale”, “eso es mentira”, “dejemos de hablar”.
 
Por mi experiencia personal, por mi experiencia laboral, el cáncer es un conglomerado de enfermedades, que junto con la quimio y la radio (supuestas curas) agravan la enfermedad. Cuando el paciente tiene seres queridos a su alrededor, el paciente de cáncer, llegar a ser para la familia que la quiere y le apoya, como un Dictador, y los familiares, en sus esclavos.
 
El paciente lo tiene todo permitido, expresar lo que quiera, insultar, gritar, pero poco a poco, y mientras la enfermedad avanza, y mientras el paciente se ven en la necesidad de tener siempre a alguien que le ayude para hacer las cosas comunes que hasta ese momento, podía hacer solo, el propio paciente sabe, que todo lo que quiera lo va a tener, porque sus seres queridos se lo traerán.
 
Esos actos de la familia, por agradar en todo momento al paciente de cáncer, es un sentimiento que crece en la necesidad de agradar al paciente en todo lo que pueda. El paciente, te puede recriminar todo lo que quiera, y aun que uno mismo va a estar a la defensiva a priori, debe acatar lo que el enfermo le dice.
 
Cuando existen problemas entre paciente/madre y familiar/hijo, en especial problemas para conversar, comunicarse, expresarse lo que se siente, y expresarse el amor, cuando cada vez que debe haber una comunicación fluida, respetuosa y cariñosa, todo se convierte en discusión, gritos, dolor, y expresiones dolorosas hacia el otro, el paciente que ya es dictador, puede incurrir en convertirse en un Tirano.
 
Pero incluso a un familiar con cáncer, que se muere, aun convirtiéndose en un Tirano, tras la muerte, todo pasó. ¿Pasó?, ¿Y los sentimientos, y fuertes emociones incomprensibles, que aun quedan al recordar acontecimientos, pasaron? No eso sigue. -Ah, pues el problema aun perdura en mi psique.
 
Pero lo que realmente duele, y queda ahí, son aquellos familiares, que aun viviendo, se convirtieron en Tiranos, por la situación incomprendida del propio cáncer, ¿por qué mi madre?, ¿por qué mi hermana?, ¿por qué mi mujer?
 
Cuando tu ser querido fallece, y se va, él ya no tiene porque pensar en lo que dio a los que se quedaron, de hecho, ¿se podrá pensar después de la muerte? Lo que pretendo decir, es que lo que un familiar enfermo de cáncer, que nos quería, y que nos dijo cosas que en su momento nos hirieron, esas cosas que dijo, nosotros sí las podemos pensar.
 
Podemos recapacitar si lo que nos dijo nuestra madre era cierto. ¿Lo era?, Si lo es. Es cierto todo lo que mi madre me reprochó, y me dolió. ¿Por qué me dolió?, ¿por qué fue todo tan intenso? Por algo muy sencillo: La falta de tiempo. El cáncer degenera el organismo de nuestro Avatar, y a la persona le resta tiempo de vida. Para el paciente le corre prisa decir todo lo que cree que debe decir, aun que duela, porque el dolor se pasa con el tiempo, y la persona que se muere no tiene tiempo, pero la que se queda, tiene más para sanar su dolor. Lo importante es el mensaje, no lo que se pueda sentir al leerlo.
 
El paciente que se va, (y que en la gran mayoría de los casos el paciente conoce), tiene prisa, no solo por decir a las personas que quiere lo que deberían cambiar, sino que incluso siente una cierta ansiedad por intentar ver ese cambio.
 
Ahora bien, los que se quedan, y aun viven, y se convirtieron tb en Tiranos, por creerse en ese derecho legítimo, deberían pensar y recapacitar cómo y por qué llegaron a ser tan Tiranos como el paciente que ya se fue.
 
Cuando se produce, o se reproduce un dolor al recordar un recuerdo doloroso, producido a su vez por personas que creías te querían, y a las que tu supuestamente querías, es muy difícil poder perdonarles.
 
No se puede perdonar a alguien, cuando nosotros, aun no podemos perdonarnos a nosotros mismos, al sentir aun el dolor producido por una situación en la que otra persona estaba involucrada. Cuando dejamos de sentir ese dolor al recordar eso, es cuando nos podemos perdonar a nosotros mismos, y entonces podremos perdonar a la persona involucrada.
 
Cuanto más dolor, vergüenza, ira, rabia, malestar, ansiedad, y sufrimiento sintamos hacia alguien, lo que estamos Reflejando en nuestro entorno, es que no podemos perdonar a nosotros mismos los sentimientos de dolor, vergüenza, ira, rabia, malestar, ansiedad y sufrimiento que nosotros mismos estamos sintiendo.
 
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Cienfuegos, 02 de Abril de 2013.
 
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Improntas, Convicciones y Creencias.-
 
Nuestros actos y pensamientos, es decir, nuestros Conocimientos, se dividen en tres partes: Creencias, Convicciones e Improntas. Creencia es todo aquello que aceptamos como valido. Dentro de la creencia tb englobaríamos las suposiciones. Podemos suponer que mañana hará frío, bien podemos creerlo.
 
Vamos a utilizar un ejemplo que nos será válido para estas partes del conocimiento. Podemos suponer que somos capaces de saltar una valla de dos metros de alto, pero dentro de esta suposición, es posible que no lo consigamos. Tb podemos suponer que podemos saltar esa valla, pero cabe la posibilidad de que nuestra creencia sea errónea, y tampoco lo consigamos.
 
Convicción, derivado de estar convencido. Creer fuertemente que somos capaces de saltar esa valla, en esa parte el éxito está casi asegurado, pero aún cabe la posibilidad del fracaso.

Impronta derivado de imprimir. Si imprimimos en un papel con un rotulador permanente la palabra AMOR, está quedará gravada para siempre, si la hacemos por medio de un tatuaje, esta quedará impresa para siempre en nuestra piel.

De la misma forma funcionan la Improntas, si imprimimos en nuestra mente la fuerte suposición, que luego elevamos a creencia, y posteriormente a la convicción de que somos capaces de saltar esa valla, y la elevamos a Impronta, saltaremos esa, y todas las que se nos pongan por delante, aun que nuestro cuerpo no esté adiestrado y preparado para ello.
 
Imposible de creer, pero sólo tenemos que tener la convicción de la necesidad de saltar esa valla, para saltarla”.
 
(Texto transcrito de un página de Internet).
 
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¿Qué Improntas os gustaría grabar en vuestra mente?
 
La Impronta que yo Cienfuegos vengo gravando en mi mente/psique desde hace ya dos años es esta: “Todas las Circunstancias me Benefician”. ¿Qué he conseguido al grabar en mi mente esa Impronta? -Que siempre que me ocurre algo, busco el la positivo, analizo el negativo y me concentro en el positivo. ¿Y cuando lo que me ocurre aparentemente es malo?, pues Todas las Circunstancias me Benefician, por lo tanto en todas las circunstancias no sólo extraeré lo positivo, sino que me ayudará en mi beneficio.
 
Mi Convicción es fuerte y veraz, al saber que de todo voy a obtener un Beneficio. Lo sé, estoy convencido que incluso la situación más jodida, me puede Beneficiar.
 
Esto lo Creo fielmente.
 
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Cienfuegos.
Abril 2013.

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