domingo, 27 de febrero de 2011

Palabras enterradas.-

(Habla)

-Calla-

(Venga di algo)

-¿Para qué?, ¿De que sirve hablar?, ¿Quién soy yo para enseñar nada a nadie?-

(Enciende la luz. Vamos observa los astros del universo y sus colores, sus vibraciones. Vamos)

-Quiero silencio-

(El silencio es para el viento)

-No soy quien para hablar de nadie, de nada. A veces me invade el temor. El temor a la inconciencia. Y se que no tengo nada que hablar, nada que decir, nada que contar, ¿qué se yo de nada?-

(De nada todos saben, y aunque es cierto que muchos vais pensamiento con acción, no siempre será así, de lo contrario, ¿cómo aprenderéis? Vamos, ilumina-te)

-Guarda silencio. De nada sirve escribir, hablar-

(Pero a todos vosotros lo que si os sirve es andar, caer, levantarse y andar, andar, andar, y caer, estar tirado en el suelo un rato observando a otros pasar, caer y levantarse, y caer a nuestro lado, para levantarnos, andar, y volver a caer. Todos sin excepción camináis de la misma forma, aun que unos caigan menos que otros. Tú además, cuentas tu camino. ¿Qué hay de malo en contarlo?)

-No se puede contar como se ha de andar para no caer, y a la vez ante los ojos de quienes me observan, y me leen estar cayendo al suelo. ¿De que sirve hablar de lo maravilloso del mundo, y de cómo debiera ser el Despertar de Conciencia, si en el mismo momento estoy cayendo antes los ojos lectores? Para no convertirme en hipocresía, lo mejor es el silencio-

(…)

-Bien-

(Bien ¿qué? No me voy a callar, deseo escucharte, deseo leerte. ¿Qué hay de malo en Despertar la Conciencia de cómo debieran darse los pasos para no caer, aunque uno este cayendo? ¿Acaso es mentira de lo que hablas por estar cayendo en ese momento?)

-No, no creo que sea mentira de lo que hablo, pero de la misma manera creo que no se debe hablar de lo que “debería ser” y nunca será, sino que se debe hablar de lo que “debe ser” y ser a la vez. Algo que yo no trabajo en correspondencia. Por eso mejor el silencio-

(Con silencio todo lo arreglas tú, ¿no?)

-Es posible. ¿Qué mejor que el silencio para meditar aquellos patrones de conducta negativos que han de corregirse, cambiarse, o polarizarse?-

(Eso es cierto. El silencio otorga tiempo, y el tiempo otorga comprensión, organización, cambios, y aciertos, pero…si sigues cayendo en el futuro cercano, Presente, al suelo cuando estas describiendo lo contrario a la caída, ¿dejaras de hablar, dejaras de escribir?)

-¿Acaso lo estoy haciendo ahora? No puedo dejar de escribir, pues está en/es mi Esencia. ¿Quién soy yo para hablar y enseñar nada?-

(Es cierto. ¿Quién eres tu para hablar de una vida que vives incluso en las letras de este blog como en la vida misma, y que aunque se contradigan en muchos momentos, y que son tan ciertos y reales como el Camino mismo, son lo reflejos tuyos? ¿Quién eres tu para contar lo que “debe ser” y ser a la vez?, ¿quien eres tu para hablar de lo que debe ser, y actuar contrariamente?; ¿quién eres tu para contar lo que debe ser, y como es realmente? Simplemente eres un caminante que además cuenta su Camino, a veces acordes a los pensamientos, otras veces contra ellos, y otras en ausencia de ambas. Esta es la vida. Así es, y si pretendes guardar silencio, guárdalo, pero nunca te avergüences de tu Camino, aunque cometas el mismo error mil veces, porque solo existe uno Presente y Regalo a la vez. El Cambio siempre nos está esperando…)

-¿Por qué te has cayado?-

(Guarda silencio)

-Ja, ja, ja, ja, ja, ja. Lo que me faltaba, mi propio texto se cierra a sí mismo-

(Calla)



Cienfuegos y los Ecos de la Pineal.


A día 27 de Febrero de 2011.
A día 21 de la Octava Luna del año -2.

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