¿Quien
lo vive mas intensamente? Esto es algo que no podré responder, ni
escribir de ello, hasta que viva yo mi propia muerte, y entonces no
podré escribirlo. La muerte es un trance, una Transformación de
Energía, un viaje de la Conciencia a su Estado Natural, a su
Realidad Única, y su Hogar energético.
La
Intensidad de la Muerte, solo son los sentimientos, Emociones, risas,
recuerdos, sonrisas, alegrías, Amor, AMOR, trabajo, dolor por el
bien de los hijos, y todo lo que es Bello, y que esta en nosotros, y
que parece que con la muerte de ese Ser Querido, todo lo Bello que
contenemos en nuestro Interior, se apaga, y se va con la persona, que
acompañamos en su Camino.
Todo
eso es lo que se remueve en nuestro Interior, la perdida de todo ello
es lo que nos duele, porque cuando un Ser querido se muere, parece
que con él se muere una parte de nosotros, y este Sentimiento, ES
solo Humano.
Cuando
estamos acompañando a nuestro Ser Querido en su propia muerte, todo
lo que hablo queda suspendido. Todo incluso nuestra Conciencia está
suspendida en un lugar que no deja entrar nada que no sea silencio.
Un lugar que no deja escapar mayores sentimientos o emociones, que
estén cargadas solo de Amor.
Una
de las cosas que retrasan la muerte de alguien, siempre es SU propia
Fuerza INTERIOR. Si ademas la persona que se va es joven, y su
Corazón tb lo es, la cosa se retrasa más. Con la Muerte de alguien
querido, nadie desea tal situación, pero todos los familiares, en lo
más oculto de nuestro Corazón, deseamos que el paso del Morir no
sea largo, y acabe cuanto antes, para que nuestro Ser querido que se
muere, no sufra, no alargue la situación, y por fin, descanse
Tranquila.
Es
muy difícil hablar de La Muerte, pero alguna vez me tendría que
tocar directamente, vivirla, vivir la muerte de alguien querido,
acompañar a esa persona por ese trance, acompañarla, y despedirme;
y por fin, cuando todo en mi Interior se empieza a relajar, a
descansar, y a estar tranquilo, entonces, me puedo permitir el lujo
de hablar de la Muerte.
Yo,
con mi madre, la acompañe, junto a mi familia, a mi propio ritmo,
pues en la familia, muchos ya vivieron la muerte de sus padres, pero
a nosotros, a nosotros era la primera vez que nos ocurría. La muerte
de una madre nunca es fácil. En ese momento, en ese acompañamiento,
uno se despide, espera que la Muerte, se lleve a esa persona, que ya
no es quien fue, que ya no es quien una vez fuera.
Yo,
por alguna razón, retrasaba mi despedida sincera con mi madre.
Todos mis familiares ya lo habían hecho, de forma Espiritual, de forma Cognitiva, y de forma sincera, de corazón; pero yo me retrasaba. Fue, como hoy un día 12, cuando a las 15.00 horas esperaba, miraba el reloj y observaba a mi madre.
Todos mis familiares ya lo habían hecho, de forma Espiritual, de forma Cognitiva, y de forma sincera, de corazón; pero yo me retrasaba. Fue, como hoy un día 12, cuando a las 15.00 horas esperaba, miraba el reloj y observaba a mi madre.
A
las 3.35 horas de la tarde (15.35 h.) del día 12, me puse a
escribir.
A
las 3.35 horas de la madrugada del día 13, mi madre ya se había
ido.
Fue
algo que hice por inercia. No me había despedido, y tenía que coger
el valor suficiente para hacerlo. Mi madre valiente y con la Fuerza
suficiente aguantaba, no sé porque pero aguantaba, se resistía a
irse. Mi única acción fue colocarme sentado en una silla tras su
cabecero, colocando mi cabeza al lado de la suya, intentando ayudarla
Canalizando Reiki entre los dos, y cabeza con cabeza,
interrelacionando nuestras Propias Energías, y por medio de la
Conciencia me despedí.
La
hablé con el Corazón, con la Emoción, mi Pensamiento se despidió.
Mi Alma se despidió. Mi Conciencia se despidió. Mi Corazón se
despidió. Mi Ser se despidió. Intenté decirle que todo estaba
bien, que no se preocupase, que se fuese, Mente con Mente, de
repente, en una pausa de respiración, mis ojos se humedecieron, mi
Corazón se ahogo en las lagrimas de todo mi cuerpo, que compungido
me hizo llorar de dolor y agradecimiento. Todo se acabó. La Muerte
concluyó su trabajo.
Despetar
a familiares, llantos, abrazos, susurros, tranquilidad.
Hay
una cosa que tiene la muerte de alguien querido. Nos zarandea tan
fuerte que nos hace Vivir más intensamente las experiencias, pero
esa Ilusión, ese Cambio en nosotros, solo dura un tiempo, luego
nuestra vida y costumbres, nos hace que olvidemos lo bueno de la
Vida.
---oo0oo---
Cienfuegos,
hablando incluso de lo que no se habla, algo, que es parte innata de
la vida, y que no la finaliza en sí, sino que la Transforma.
Bien
aventurados aquellos que Aman, porque ellos, aunque en sí no
comprendan al Amor, este nos esculpe, nos erosiona, y nos hace mansos
con nosotros, y francos con los demás.
Bien
aventurados aquellos que hayan pasado la muerte de un familiar
querido, porque ellos comprenderán mis palabras; pero Bien
aventurados aquellos que aun no habéis pasado la muerte de alguien
querido, porque vosotros y vuestra Fuerza, harán de la Vida, algo
más grande.
A
día 12 de Enero de 2013.-
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