Filósofos Conversando.-

-Es que últimamente tu amigo el Bretón, y tú intercambiáis una serie de correspondencias sobre la física cuántica y el tiempo, que tela- dice Emilio-Aristóteles, desde el salón.

-Pero es que es ciencia, amigo Emilio-Aristóteles- dice Cienfuegos-Platón.

-Yo no lo creo eso de la física cuántica- responde Emilio-Aristóteles.

-Si amigo, pero es una ciencia que lleva 90 años en uso-

-¡Ya, pero es que yo no soy científico!-

-Hombre, por esa regla de tres, no creerías en la Gravedad de Newton, en las Leyes Físicas, o en la Relatividad de Einstein- responde Cienfuegos-Platón.

-Ya…pero es que no me interesa la física cuántica- dice Emilio-Aristóteles.

-Ah…eso es otra cosa- le espeta Cienfuegos-Platón desde el escritorio situado en el altillo del segundo piso que sobre sale sobre el salón, donde Emilio-Aristóteles, está probando los nuevos inventos llamados “ludo constituo”, que consta de un pequeño cristal que cuando le inciden los rayos del sol, estos se dividen en los colores de las propia luz “aparentemente” blanca, al rojo, amarillo y verde, hasta el magenta, cyan, y el azul.

-En profesional es fácil, y en experto es difícil, poder sacar estos colores, amigo Cienfuegos-Patón. Esto si que es ciencia, y no la mierda esa del desdoblamiento del tiempo o la física cuántica esa. ¡Coño Cienfuegos-Patón, aun no ha nacido el Cristo ese, y tú ya estas pensando en el año 2011 de una Era que aun no ha empezado! ¡Mira los colores de la Luz blanca!- dice Emilio-Aristóteles absorto en la luz.


Cienfuegos…y la Memoria del Tiempo.


Escrito a día
07 de Abril del 2011.
Día 04 de la Décima Luna del año -2.
Semana del Inicio.
Poder: Perfeccionar.
Acción: Producir.